ARIEL en «La tempestad»

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Acto III, Escena III - Truenos y relámpagos. Entra Ariel en forma de arpía, bate sus alas sobre la mesa, y de modo ingenioso desaparece el banquete.

ARIEL:
Sois tres seres malvados. El destino,
De quien es instrumento el universo
Y cuanto encierra, al piélago insaciable
Hizo que os vomitase en esta isla
Que inhabitada está, pues sois vosotros
Indignos de vivir entre los hombres.
¿Os enfurezco? Con valor tan grande
¡Cual ese que mostráis, los hombres suelen
Ahogarse, ahorcarse con sus propias manos
(Alfonso, Sebastián y los demás desenvainan sus espadas.)
¡Imbéciles! Ministros del destino'
Yo y mis iguales somos. Tan posible
Es a los elementos que endurecen
Esas' espadas lastimar al aire,
0 al mar, que se rehace en un momento,
Matar con estocadas irrisorias,
Como ajar una pluma de mis alas;
E invulnerables son también los míos.
Y aunque herir pretendáis, harto pesantes
Serán para vosotros vuestros hierros,
Y no podrán alzarlos vuestras manos.
Mas recordad—por eso aquí he venido-—
Que de Milán a Próspero lanzasteis,
Entregándole al mar, que lo ha devuelto
Á el v también a su inocente hija.
Por tan infame acción, la omnipotencia,
Que espera, mas no olvida, ha desatado
La mar, la tierra, a todas las criaturas
Contra vuestro reposo. De tu hijo
Ya te han privado, Alfonso, y por mi boca
Os anuncia que angustia prolongada,
Peor que muerte alguna, poco a poco
Os seguirá constante en vuestra senda.
Para evitar su furia, que ahora debe
Caer en esta isla desolada
Sobre vuestras cabezas, restaos sólo
Vuestras culpas llorar arrepentidos
Y emprender nueva vida.
(Disípase entre truenos.)


Shakespeare

William Shakespeare (1564-1616)​ fue un dramaturgo, poeta y actor inglés. Es considerado el escritor más importante en lengua inglesa y uno de los más célebres de la literatura universal.





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