IMOGENA en «Cimbelino» (2)

Escrito por


Acto III, Escena IV - Imogena y Pisanio. 

IMOGENA:
Debo morir. Si no por mano tuya,
A tu señor no sirves. Ley del cielo
De tal modo el suicidio nos prohíbe,
Que para pusilánime mi mano.
Vamos. Aquí mi corazón se halla.
Algo tiene delante. Espera, espera.
Salvaguardia ninguna necesita.
Como funda obediente. ¿Mas qué es esto?
Son los escritos de mi fiel Leonato
En herejías convertidos todos.
Atrás, atrás, aleves seductores
De mi credulidad. Del pecho mío
Ya no seréis coraza como antes.
Al pobre necio el impostor chasquea;
Mas, aunque sufra el crédulo por causa
De la traición no poco, los tormentos
Del traidor son a veces más atroces.
Y tú, Póstumo, tú, que me indujiste
A desobedecer al rey mi padre
Y a despreciar á príncipes excelsos,
Ya llegarás a ver que mi conducta
De extraña más que de vulgar pecaba,
Y me duele el pensar, cuanto, al saciarte
Esa que hoy con tanto afán devoras,
Tendrás que padecer con mi recuerdo.
Despacha por favor. A su verdugo
El cordero suplica. ¿Dónde tienes
Tu cuchillo? Remiso al cumplimiento
De las órdenes eres de tu amo,
Y a lo que pido yo.


Shakespeare

William Shakespeare (1564-1616)​ fue un dramaturgo, poeta y actor inglés. Es considerado el escritor más importante en lengua inglesa y uno de los más célebres de la literatura universal.





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